sábado, 22 de octubre de 2011

Sólo el conocimiento nos hará libres

Las experiencias vitales de cada persona dan como resultado comportamientos, opiniones o puntos de vista muy dispares. Pero son las diferencias en la forma de comunicarnos, y de entender la relación de pareja, las que separan a hombres y mujeres. La sociedad patriarcal en la que nos movemos, nos asigna papeles que hemos de cumplir a rajatabla en función de nuestro sexo. La influencia social marca nuestro comportamiento. Podemos decir que la información que recibimos desde pequeños en el hogar, el colegio, la televisión, en definitiva, en el entorno, constituye la base primordial en la que se asentará nuestra conducta a lo largo de la vida adulta.
Hasta los años setenta se pensaba que las diferencias entre los hombres y las mujeres eran consecuencia de las diferencias biológicas. Es a partir de la década de los setenta en EE.UU y de los ochenta en Europa cuando se comienza a dar relevancia a las diferencias que son producto de lo social. Quizás desde que somos pequeños, el acceso a la enseñanza en general y las relaciones sociales en particular, deben suponer una prioridad a la hora de que niños y niñas contrasten en lo referente al género, para así erradicar esas posibles discrepancias en un futuro.

En un marco donde la crisis resulta insoportable nos encontramos repentinamente con unas tijeras que amenazan al ámbito educativo para estrechar de esta forma, sus raíces. Hoy, los sindicatos de profesores han denunciado en su "Manifiesto en defensa de la educación pública" que los gobiernos hacen pagar a la enseñanza una crisis que ella no ha causado y alertan de que los recortes que se están aplicando en varias comunidades autónomas suponen la disminución de la calidad y equidad de la educación que recibe el alumnado.
La enseñanza pública es la única que garantiza la igualdad de oportunidades, la cohesión social, la superación de las desigualdades de origen, la vertebración de toda la sociedad en un objetivo común y el progreso individual y social de todos, no de unos pocos. En lugar de decapitar programas y reducir plantillas, deberían buscarse fórmulas para aumentar la inversión  y que se recorten los enormes gastos suntuarios de las administraciones públicas.



http://www.rtve.es/noticias/20110920/nicio-del-curso-escolar-por-los-recortes-educacion/458698.shtml
http://www.san-pablo.com.ar/rol/?seccion=articulos&id=3658

1 comentario:

  1. Pienso y mantengo que, la educación es lo que nos dan de mamar en casa, y que los docentes solo nos forman. Si en casa obtenemos una buena educación, fruto de una paternidad responsable y consecuente con el futuro, la formación que recibamos, ya sea de una u otra calidad, la complementaremos de "motu proprio" con lecturas paralelas y ejercicios de mera curiosidad, ya que caerá sobre nosotros mismos el peso de la conciencia y la vergüenza.

    Si en cambio, la educación paterna es deficiente, y la formación docente es insuficiente debido a los recortes, el resultado es, como podemos (y podremos) observar, nefasto.

    Como conclusión, enseñanza privada o pública, de más o menos calidad, no son las que van a condicionar el futuro de nuestros hijos. Si salen mal educados de casa, llegarán mal educados a clase, y volverán silvestres cual florecillas.


    Víctor Martínez

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